Arde por error la recién inaugurada bandera de España al ser confundida con una hoguera de San Juan

15.000 euros calcinados

El drama ha asolado hoy la bella ciudad de Plasencia. Tras el acto inaugural de la gigantesca bandera de España en la nueva rotonda a eso del mediodía, ha surgido la confusión cuando, de repente, ha empezado a arder. Según lo previsto, esta noche, en la noche de San Juan, iba a arder la hoguera como tradicionalmente ocurre la noche del 23 de junio. Sin embargo, debido a un error de la administración, un funcionario del ayuntamiento de Plasencia había recibido la orden de iniciar la hoguera en la flamante nueva rotonda dedicada a las víctimas del terrorismo y engalonada con una bandera de España kilométrica.

En declaraciones a este medio, el funcionario ha sostenido que él solo cumplía órdenes: "Me parecía extraño que me mandaran prenderle fuego a la nueva bandera de España, pero como aquí son tan raritos...", declaraba J. R., que prefiere mantenerse en el anonimato.

El ayuntamiento ha abierto una investigación para depurar responsabilidades, tal y como declaraba hace un momento el excelentísimo alcalde Fernando Pizarro: "Esto es una barbaridad, no queremos ni imaginar las consecuencias a nivel nacional que pueda tener el haber calcinado una bandera de España. Desde luego que esto va a herir muchas sensibilidades y el ayuntamiento ya está trabajando para hallar al culpable y abrirle un expediente".

Al iniciarse el fuego en la rotonda, la confusión ha estallado en los primeros momentos. Según testigos, se pensaba que el fuego obedecía a algún tipo de presentación por todo lo alto, sin embargo, al observar cómo las llamas trepaban por el mástil, empezaba a cundir el pánico. Un grupúsculo perteneciente a la OJE ha acudido raudos a la Fuente Rosada con cubos y palanganas para coger agua e intentar sofocar el fuego. Los miembros de Protección Civil, siguiendo el protocolo antiincendios, ha empezado a cerrar todas las ventanas, pero no se ha llegado a aclarar de dónde. Una delegación de la Guardia Civil ha comenzado a repartir kleenex entre los testigos, visiblemente afectados, con un nudo en la garganta y con el llanto desconsolado de ver arder el símbolo de su patria. "Esto es una desgracia...", solo conseguía balbucear el querido camarero y propietario del Franc Centro.

El servicio de urgencias ha tenido que atender al dueño del Café Albero tras sufrir un colapso nervioso y ha tenido que trasladar de urgencias al hospital al dueño de la tienda de ropa patriota de Espagnolo tras sufrir un infarto.