Los restos de Franco finalmente descansarán en Plasencia
- Plasencia Today
- 4 jul 2018
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Finalmente, los restos del dictador descansarán en un lugar idílico: El Parque de los Caídos, más conocido como El Parque de La Rana, que goza en su centro de una cruz erigida a los caídos de la Guerra Civil Española.
Francisco Franco Bahamonde lleva enterrado desde su fallecimiento en 1975 en El Valle de los Caídos, en la Sierra de Madrid. Sin embargo, la nueva ejecutiva de Pedro Sánchez ha decidido que cuarenta y tres años después ya es hora de sacarlo de un lugar que le rinde honra a su memoria para darle los restos a su familia, que será la responsable de elegir dónde enterrar al Caudillo.
La familia Franco junto a la Fundación Francisco Franco han recorrido la geografía española para decidir dónde dar reposo final a los huesos del que fuera el centinela de occidente. Finalmente, el lugar elegido ha sido Plasencia.
"Hemos visitado Plasencia, que está a los pies de un valle, eso nos gusta", ha comentado Juan Chicharro, el Presidente de la Fundación Francisco Franco. "Así mismo, Plasencia mantiene una cruz dedicada a los caídos por Dios y por la Patria en el corazón de su ciudad. También nos ha gustado mucho la enorme bandera que, aunque constitucional, es un claro guiño a los valores de la Patria. Además, el parque se encuentra enfrente de un cuartel de la Guardia Civil y la calle en la que se encuentra el parque se llamaba Avenida del Generalísimo, aunque luego fue cambiada a Avenida del Ejército, que también nos gusta. Y ahora se llama Avenida Juan Carlos I, que bueno, al fin y al cabo fue puesto por Franco ahí, asique todo correcto"
Las voces críticas no han tardado mucho en manifestar su rechazo, pero como es de costumbre aquí, no se les ha hecho ningún caso.
Una vez los restos de Franco sean exhumados de El Valle de los Caídos, serán trasladados con todos los honores a Plasencia, en un acto oficial que contará con la presencia en pleno del equipo de gobierno.
Según lo previsto, la noche acabará con una cena por todo lo alto en el Bar Albero de la Plaza Mayor, cuyo propietario no ha tardado en ofrecerse voluntario para invitar a la familia Franco a una estupenda cena compuesta de filetes imperiales, tortilla española y vino de la casa.
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